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Algo de historia
El nombre de Pedrosa tiene procedencia latina, petra, petrosa, significa lugar pedregoso. El apelativo "del Rey" hace referencia a ser una villa de realengo, en contraposición a todos los demás pueblos del valle que pertenecieron a un señorío, que en un principio fue de dos reinas, Urraca u Berenguela, luego de la condesa doña Constanza y al fin del marquesado de Valverde de la Sierra. El realengo de Pedrosa ya procede de la época de Alfonso VII.
Muchas veces se la denomina Pedrosa de la Puente haciendo referencia al puente con labras romanas sobre el Esla, donde confluían las dos calzadas, una que venía del Cea y la otra que subía por la margen izquierda del Esla a Carande bajando a Salio.
El puente de Pedrosa, a través del Pando, comunicaba el oriente de Asturias, Sajambre, Valdeburón, Riaño y tierra de la Reina con las Castillas, pero este paso no tubo el éxito deseado.
En la antiguedad fue asentamiento esta villa de clanes pertenecientes a la tribu de los vadinienses, como atestiguan las estelas funerarias halladas en Pedrosa.
Don Antonio Valbuena encontró una lápida vadiniense en la ermita del pueblo y hoy se halla en el museo epigráfico de León, cuyas inscripciones se estimaron así:
<<Monumento a Tedi Vicarii (de los Vicos, habitantes de la aldea, de la quinta o de la granja), vadiniense, hijo de Doidero, de XXX años>>
En el siglo XIII aparecen donaciones en Pedrosa, como en Carande y Horcadas, a favor del monasterio de bernardas de Gradefes.
En el siglo XV la parroquia de Pedrosa aparece vinculada a santa Engracia de Riaño y arciprestazgo de Valdeburón, y al desaparecer santa Engracia se constituye ya como parroquia independiente en Pedrosa, aunque no impidió que Riaño pleiteara por atraérsela en 1669.
Madoz especifica que la parroquia está consagrada a san Martín, servida por un cura de primer ascenso y afecta a la parroquia una capellanía que radicaba en la ermita de la Concepción, cuyo fundador, Antolín Álvarez de pedrosa era su capellán.
<<En el valle de Perniante
cuando el sol quitose ya,
en una kábila vieja
ya he visto un moro llorar.
Adiós, prados de Rinielfo,
fontefrida del Molar,
campillo de Santovenia,
peñita la del Calar,
la que guardas el tesoro
de estos moros que se van.
Adiós, valle de Perniante,
camino del Barrogal,
ermita de san Cristol
donde íbamos a rezar
y pedir que nos casaras
con el mozo del lugar>>.
Hubo también un priorato de san Bartolomé, patrono del pueblo, con festividad el 24 de agosto. Esta ermita, camino de Salio, fue en un principio convento de Templarios. Abolida la orden en 1307 por bula de Clemente V y aprobada su abolición en España en la junta de Salamanca en 1311 y derruido el convento se conservó la iglesia dedicada a san Bartolomé hasta bien entrado el siglo XIX.
En una gran riada de 1939, al bajar las aguas afloró el pequeño puente que comunicaba Pedrosa con el convento. El cura de Pedrosa conservó desde el siglo XIV al XIX el título de prior de san Bartolomé, y en todo el contorno se le conocía como el Prior de Pedrosa. Esta ermita se reconstruyó en 1918, cerca de los restos que aún se conservaban del convento de templarios. Todas las tierras de este pago que llaman "El Villar" formaban parte del priorato.
En Pedrosa estaba instalado el alfolí real para la venta de sal y el administrador real del alfolí era nombrado por el rey, pero que probar su hidalguía . En Pedrosa, ya por privilegio de Alfonso XI, negaba vecindad al forastero que no fuera noble de hidalguía. También existía en Pedrosa la administración de tabaco y rentas estancadas. Estas dos instituciones fueron muy importantes, sus administradores cobraban en el año 1752, 300 ducados de sueldo al año el alfolinero y 366 el administrador de tabacos (el ducado equivalía a 28 reales, y 1500 reales eran las ganancias de un campesino en Pedrosa)
(Extraído del libro "Riaño y su entorno" publicado por la Gerencia Urbanística de Riaño y escrito por Don Matías Díez Alonso)