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Pedrosa siglos XIX y XX

Pedrosa perteneció al municipio de Riaño y se escindió en 1912 por instigación de don Antonio Valbuena, arrastrando consigo a Salio para constituir su propio concejo.

En 1845 había en Pedrosa 60 casas, 63 vecinos y 240 habitantes. Sufrió fuertes inundaciones en 1909 y 1939. Se plantaron los pinares en 1946.

El 4 de abril de 1809 la ¨francesada¨ incendió Pedrosa. Ocurrió que el guerrillero Juan Díaz Porlier, apodado el marquesito por ser el heredero del marqués de Bajamar, había sufrido una derrota en Gamonal de Burgos y organizó nuevamente la guerrilla pero también sufrió la derrota en Palencia y una gran sorpresa en Saldaña, de donde pudo escapar y se organizó con los mozos de esta tierra riañesa, atacando el depósito de prisioneros que los franceses tenían en Sahagún, el invierno de 1808 - 1809 los liberó y los condujo a Pedrosa del Rey trayendo presos a la guarnición gabacha; luego rindió la guarnición de Guardo trayéndolos prisioneros a Pedrosa y Boca de Huérgano, donde tenía él su cuartel lo mismo que en Potes.

  El coronel francés que había llevado detenido al cura de Besande, Juan Viana o Viaña, trató de sorprender al Marquesito.

El cura se enteró en la comida a la que le habían invitado porque hablaba bien el francés y cuando lo liberaron aquella tarde se vino a uña de caballo a Pedrosa a avisar a Porlier. No hallándolo le dejó un billete. El coronel francés vino a Pedrosa con dos fracciones de ejército, escuadrón de caballería e infantes por dos caminos distintos para sorprender a Porlier. Habían pernoctado el día 3 de abril en Besande y al amanecer el día 4 ya estaban en Pedrosa.

Juan Porlier no sólo se les escapó del asedio sino que cayó por sorpresa sobre ellos y les causó muchas bajas.

  En represalia los franceses fusilaron al capellán de Pedrosa junto al puente, Manuel Rodríguez, profanaron la iglesia para cuadra, quemaron la villa con el párroco en casa y así Boca de Huérgano. Sin embargo el párroco, Pedro Francisco del Pozo, salió por el bocarón del pajar hacia el aguaducho de un prado cercano y salvó la vida; no así el cura de Besande que fueron por él. Estaba confesando en Caminayo y le instaron a entregarse o quemaban Besande violando las mujeres, como hicieron en Medina de Rioseco. El cura pronunció la frase evangélica "el pastor ha de dar la vida por sus ovejas", y fue fusilado a las afueras del pueblo.

El coronel francés de guarnición en Guardo se llamaba Ders.

El Marquesito había nacido en Cartagena de Indias en 1788. Fue un guerrillero de gran empuje, tomó León al asalto y se distinguió en la batalla de San Marcial. Rebelado contra el absolutismo de Fernando VII, fue ahorcado en La Coruña en 1815. (Extraído del libro "Riaño y su entorno" publicado por la Gerencia Urbanística de Riaño y escrito por Don Matías Díez Alonso)